De La RoSa PerGar Nace como un proyecto joven, de cría y selección del bulldog francés comenzando de una forma muy sencilla y común cuando llega a nosotros una bulldog francés llamada TINA con unas cualidades inmejorables cumpliendo el estándar de la raza y que por donde va enamora, Con ella, y sin darnos cuenta, comenzamos a aficionarnos al mundo cinófilo, asistiendo de una manera asidua y continua a las exposiciones que se organizaban en nuestro país, teniendo una verdadera afición, y aprendiendo mucho sobre esta maravillosa raza, gracias al apoyo de grandes criadores especializados.
Su originalidad se encuentra en sus silabas las cuales componen el apellido de mi mujer y mio (Pergar), y De la Rosa en agradecimiento a nuestra “bulldog” TINA la cual es bella como una rosa.
Este gran proyecto requiere un compromiso de fidelidad y continuidad de futuro que hemos asumido, pensamos que las cosas que se hacen con cariño han de dar “buenos frutos” por ello queremos practicar una crianza “familiar” de estos pequeños y cariñosos francesitos de carácter tan peculiar y adictivo.
Fascinado y encantado por el amor y simpatía que desprenden hemos ido ampliando nuestros conocimientos en la cría selectiva de nuestros ejemplares, así como con la relación con otros criadores que permiten incorporar a nuestro proyecto parte de sus aciertos, orientando nuestra crianza hacia un tipo de perro saludable, alegre y atractivo y que guste también a Jueces especialistas y aficionados en general.
Nuestros animales disfrutan de todos los requisitos para alcanzar un desarrollo pleno.
Aseguramos una socialización íntegra a los más jóvenes, y una vejez digna a los más veteranos, permitiéndoles gozar de cómodas instalaciones tanto dentro como fuera de casa cumpliendo así los requisitos sanitarios prescritos por ley.
Actividades deportivas, adiestramiento y la participación esporádica en exposiciones, complementan este hobby y nos permiten intercambiar experiencias con otros criadores. Por ello expresar nuestro agradecimiento a todos aquellos afijos que a modo de eslabones de esta “cadena selectiva” hicieron posible la herencia del legado genético que hoy disfrutamos.